El gordito coqueto
Ya habían sido más de 6 meses sin verse, y encima de todo no la había visitado en dos años y medio. Era realmente impensable pero estaba ahí en el avión con su secretaria, Paty. Cosa extraña que su madre le dejara viajar con su "queridita" (el término despectivo que utilizaba la madre de Evaristo para referirse a la secretaria-amante de su hijo). El viaje era una revelación y aunque Patricia no le soltara el miembro la erección era provocada por la imágen mental de María José.
No se había movido de su asiento desde el despegue 7 horas antes. Había cenado y desayunado sin privarse de asaltar la bandeja de Patricia. Además, había tomado whiskey con Chivo-Cola desde el comienzo, lo cual tenía a su vejiga bajo presiones superiores a una atmósfera que la hueva de levantarse no permitía liberar. Porque como decía Evaristo, si se mueve no hay que confiarse (primera clase incluída). Esto comprometía su situación con Paty, cuya única fantasía sexual era hacerlo a 2500 metros de altura en el baño de un jet (personalmente Evaristo encontraba esta fantasía bastante burda, lo cual no le impedía exhibir a los demás -de una manera burda también- al travelo que traía de escolta).
viernes, 18 de marzo de 2005
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