Algún informante anónimo recuenta que el embajador de la PP ante Austria se encuentra desilucionado por una extraña escases de mamis.
Académicos han llegado a conclusiones sobre este singular suceso:
Apodado "mata nacas" por sus características de atracción masiva en la periferia de la ciudad, el "Gérard Depardieu" mexica, siguiendo sus instintos "scout", decidió expandir sus horizontes partiendo al viejo contiente. Amante de la "güera oxigenada", como su compañero Hierro -en inglés y ortográficamente errado por la e al final-, encuentra su desilusión en un fenómeno: la "güerés" aria resulta ser eminentemente natural. El bello ritual del tinte, el contraste entre una tez oscura y un amarillo brillante, y aquél inconfundible sonido gutural de apareamiento: "¡AAAAaggggh! ¡Papito!". Tan solo recuerdos en el lejano país germano. No acostumbrado a la buenonés natal, apegado a sus raices, se encuentra como un Mogli retirado de la selva y llevado a la ciudad. La estética carece de peluches y luces neón, el ritmo de la cumbia no se escucha, pero, por sobre todo, las mamis no son mamis, son gigantes, las güeras no son güeras.
Nos dejan con una reflexión: ¿Quién distinguiría el valor del oro viéndolo como una piedra?
jueves, 14 de octubre de 2004
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