La Pp ha tenido a lo largo de su multifacética historia sus altibajos y
vaivenes. Desde la saturación creativa que dio inicio a nuestra fraternidad,
pasando por los productivos años del 2005 y 2006, hasta el vacío existencial
del 2011, los motivos de la fraternidá se han mantenido más o menos igual. Sin
embargo, cabe hacernos algunas preguntas con respecto al vacío creativo al que
nos enfrentamos: ¿Qué nos ha sucedido? ¿Las edad ha instaurado la autocensura?
¿La embriaguez creativa a dado paso a la cruda post-leon dorado? Espero que no
sea nada de lo anterior.
Hace unos días, en compañía de Lord Mendonga y Jotsex alias "¿Soy-sexy-y-qué?",
nos divertimos al recordar las fiestas a las que alguna vez asistimos los
diversos integrantes de esta fraternidá. Gratos recuerdos. Tanto, que
propiciaron roces eróticos entre los mencionados eruditos. El señor Belencave
nos deleito con su nuevo corte de cabello al ritmo de las cumbias colombianas
que amenizaron la reunión casual. Sin embargo, la chispa del León Dorado
parecía un tanto ausente, o más bien, olvidada, por lo menos en su condición
original. No me refiero al efecto etílico (los señoritos tomaron vino, del
semi-fino), si no al entusiasmo de encontrarse en la mundanidad social de la
Ciudad de México. Esa mundanidad en donde florece el encanto por la tetez.
Aun así, siendo justos, hacía rato que no vivíamos un episodio tan
singularmente teto. Será tiempo de recuperar y reinventarse. Nuestros
embajadores europeos, liderados por el magnifico Richis alias "el
Grrr", podrán inspirar a los de este lado del charco a continuar con el
registro de la aventura teta. Después de todo, Leandro Biagi es de los dos
mundos.
Sin más que añadir a esta breve reflexión fraternal, les dejo un atento
saludo, sin dejar de invitarlos a desplegar sus atributos líricos y corporales.
Lic. Rogers
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