Como se ha puesto de moda el entretenimiento sexual en esta prestigiosa fraternidad, men's club Mexico City los invita cordialmente a:
martes, 31 de enero de 2006
martes, 17 de enero de 2006
Qué quemón
Son las 23:37 del martes 17 de enero del 2006 y el año toma vías extrañas. Estaba quemando cuando me di un verdadero quemón, o por lo menos uno de esos que apenas empiezan crees que te va a pegar cabrón. Esos que en el momento que los percibes ya sientes venir el golpe. Es iquietante que una vez que la impresión inicial pasó te das cuenta de lo absurdo de la situación; para entonces ya estás irremediablemente ido y todo comienza a adquirir nuevos sentidos. Sentidos cada vez más lejanos e inverosímiles que no le permiten a uno tomarse el momento en serio.
- Entonces, cómo te la fumas?
[No te la puedes creer, tu jefa preguntándote esas madres???]
Mi-mamá-me-cachó-fumando.
Leandro Biagi, 23:51hrs del 17 de enero del 2006.
- Entonces, cómo te la fumas?
[No te la puedes creer, tu jefa preguntándote esas madres???]
Mi-mamá-me-cachó-fumando.
Leandro Biagi, 23:51hrs del 17 de enero del 2006.
miércoles, 4 de enero de 2006
Pie de la Cuesta a la POP...
No sé si fue ese resplandor dorado que aparecía desde las puertas de la lonchería o quizá esa fuerza inexplicable que provoca el movimiento de su cabeza rítmicamente con el pelo ondeando de un lado a otro, con esa sonrisa suave y la mirada atrayente, lo que me llevó a encontrarlo ahí, frente alguna de tantas buenonas, comiendo pescadillas en la lonchería. Pop boy, ahí estaba él...
Entradas ya las primeras horas del año nuevo, con ese sentimiento de sequedad que aparece después de una noche etílica, cerca de l'Evasion, me topé con lo que en un principio fue un espejismo y después de convirtió en un oasis. Ella tenía chichis voluptuosas, él la mirada perdida en ellas.
El auto ya no era más un "Pop-machine", ahora se había convertido en un velocísimo "Güero-movil" con 6 velocidades, turbo, función sport y eso sí, el indispensable quema-coco para inducir al viento entre los rizos güeros mientras conduce.
La tarde terminó tranquila, la mirada deseosa, el cuerpo echado. Un día llegó y el otro, Güero-Pop, se esfumó.
Entradas ya las primeras horas del año nuevo, con ese sentimiento de sequedad que aparece después de una noche etílica, cerca de l'Evasion, me topé con lo que en un principio fue un espejismo y después de convirtió en un oasis. Ella tenía chichis voluptuosas, él la mirada perdida en ellas.
El auto ya no era más un "Pop-machine", ahora se había convertido en un velocísimo "Güero-movil" con 6 velocidades, turbo, función sport y eso sí, el indispensable quema-coco para inducir al viento entre los rizos güeros mientras conduce.
La tarde terminó tranquila, la mirada deseosa, el cuerpo echado. Un día llegó y el otro, Güero-Pop, se esfumó.
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