viernes, 30 de septiembre de 2005

El terror ha sido castrado

No es fácil vivir con miedo. Es un estado deprimente, en alarma constante, incierta. El serntirse agredido y no poder descansar por tener la oreja parada, listo para reaccionanr en cada instante, tenso, estresado, como una bomba de tiempo.

Para los huéspedes de la residencia Rión en Sevilla esto es una realidad, y no es que los vecinos sean unos marroquís desvalijadores o gitanos chungos... Sino que ahí vive una criatura, un ente... Su disfraz es desconcertante, pues al verlo por primera vez uno no puede hacer más que hablarle con tono de idiota (como hablarle a un bebé); es pequeño, aparentemente delicado y bonito. Además en un principio es cariñoso... Y si uno llega a constatar todo esto, la trampa ya está tendida.

R: ¡AAaaaahhhh! No mames, el cabrón me clavó los dientes...
B: Jejejeje, eso te pasa por hacerle caso.
R: Huevos... y míralo al cabrón, ya se viene otra vez. No mames guey, quítate, quítate, ¡güey!
I: Ya no seas puto, que no hace nada.
R: ¿Viste?!? El culero casi le atina al brazo...
I: Bueno, ya déjenlo que se estresa, ¡mejor vamos a ver "Oaxaqueños calentitos"!
R: ¿Dónde se metió?
B: ¡Sí, "Oaxaqueños calentitos!!!", jejeje.
R: Bueno, bueno, ya, ahí va, espérenme... a ver... acá está.
B: A ver, a ver... sí, ahí veo.
I: Hazte un poco p'acá. Ahí ta chido.

"Tamaleeeees, oaxqueños, calentitoooooos... Tamaleeeeeees..."

B: ¡Güey, no mames, NO MAMES, jajajajajajajaja!
R: Esque no me canso, m'hijo, no me canso, je je je, no me canso...
I: ¡Jajajajajaja, a huevo!

[Desahogan sus risas (violentas) por unos instantes]

R: Oye, ya que te levantaste, ¿me sirves uno porfas?
B: Sí...

...

B: ¡AAaaarrrghhhhhhh! Pinche Turulo, ¡me atacó la pierna así nomás!

.
..
...

Turulo, estamos contigo, y aunque el martes hayas perdido tus testículos, no te dejamos de querer.

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